Pensamiento del jueves 27 de julio de 2017
Van a caminar en la naturaleza…
Sea en el campo, el bosque, la montaña o al borde del mar, tomen consciencia del espacio que los rodea, y de vez en cuando, deténganse y respiren profundamente a fin de entrar en contacto con el Ángel del aire.
El Ángel del aire es una entidad viva, inteligente, y por tanto ustedes pueden dirigirse a él diciendo: «Oh, amado Ángel del aire, tú que eres un servidor de Dios bello y poderoso, atraviésame con tu soplo, llévate las impurezas de mis pulmones, de mi corazón, de mi cerebro e introduce en mí la armonía, con el fin de que me convierta en un servidor como tú».
Y puesto que el Ángel del aire está presente por doquier, que dirige todas las corrientes que circulan en el universo, que se desliza en cada intersticio, es muy sensible, los escucha. Ordena entonces a los espíritus que lo acompañan que les traigan algunos efluvios de este fluido tan sutil que se denomina éter, y sienten como si todo su ser se dilatara y se elevara en el espacio.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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