“PEQUEÑAS” AYUDAS DIVINAS
22-03 2018
Todos nosotros
sabemos pedir y siempre pedimos la ayuda de Dios o de los santos o cualquier otra
entidad espiritual con la que sentimos más afinidad.
En todos los
momentos difíciles de
nuestras vidas, pedimos e incluso hacemos “tratos” con esos Seres divinos en el
sentido de que: “Tu me
concedes lo que te pido y yo a cambio hago esto o aquello…”
Pero todos
estamos de acuerdo en que eso solo funciona en los momentos de mucha aflicción o de problemas graves. A nadie
se le ocurre pedir a Dios que lo ayude, por ejemplo, a encontrar un artículo en el supermercado…cierto?
Pues….!!!
Pero ahora
yo sé que eso
es muy posible, incluso sin pedirlo: la ayuda llegó por sí misma en la forma de una
palomita tierna y confiada, muy linda…
Estaba en
el supermercado y a punto de desistir de encontrar un producto que necesitaba y
no lograba encontrar; ya había recorrido
todo el pasillo de lado a lado y vuelta a empezar y nada. Parecía que realmente no había. Estaba desistiendo ya
dispuesta a ir a otro supermercado, a pesar de lo cansada que me sentía. De pronto entró una palomita, muy común, como cualquier otra, pero
como todas, muy linda.
Cuando la
vi pasar a mi lado le dije (siempre le hablo a los animalitos que se cruzan
conmigo): Hola amiguita, viniste a ayudarme a encontrar “X”?” ella siguió y se fue a posar arriba en el
estante.
Yo ya
comencé a
aprender a nunca dejar pasar una “señal” o una intuición y sin hesitar la seguí pensando: “y porque no?
En ese mismo
local donde estaba posada la palomita, volví a leer los artículos y como ya deben haber adivinado,
ahí estaba
lo que tanto busqué.
Miré hacia arriba para darle las
gracias a la palomita, pero ya se había ido. De todas formas, se lo
agradecí y sé que ella escuchó mi agradecimiento
Sé que muchos se estarán diciendo que es muy común que una palomita entre en un
local, en cualquier lado…están en lo cierto! Estoy de
acuerdo. Y más aún en esta tierra donde vivo, en
que las palomitas andan tan libremente y entran en todos lados, sin miedo
alguno.
Pero también es muy cierto que ella me ayudó, pues yo ya no pensaba seguir
buscando ese producto en cuestión y si no fuese por ella no habría vuelto atrás y encontrado lo que quería…habría ido a otro supermercado y me
hubiera cansado más de lo
que ya estaba, sin necesidad.
Dios e
Sus Ayudantes están siempre
presentes en todos los momentos de nuestras vidas y para Ellos no existen
ayudas pequeñas o
grandes. Todo son ayudas, actos de amor por nosotros. De nosotros depende el
reconocerlas y aceptarlas, con gratitud. Todo son ayudas: las que consideramos
como positivas y recibimos con alegría, así como aquellas que recibimos con
tristeza y consideramos como tragedias, porque al final todas son ayudas para
el éxito de
nuestra misión en esta
vida.
Amor y Bendiciones.
Anjo de Luz
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de Luz All Rights Reserved.
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