Síntomas de intolerancia a la proteína de la leche
Escrito por Rick Suttle | Fecha actualizada July 18, 2017
La intolerancia a la proteína de la leche (MPI, según sus siglas en inglés) es la sensibilidad que presenta una persona hacia le leche de vaca. Esta intolerancia puede producir una cantidad de efectos adversos, algunos más serios que otros. Los bebés y los niños pequeños son especialmente propensos a presentar estos síntomas ya que a menudo no pueden verbalizar sus problemas. Esta intolerancia puede ser muy molesta e incómoda, pero existen sustitutos de la leche de vaca que se pueden utilizar.
Identificación
Las personas a veces confunden la intolerancia a la lactosa (un azúcar) con la intolerancia a la proteína de la leche. Las personas que padecen intolerancia a esta proteína presentan síntomas adversos producidos por la caseína o la proteína del suero. En los niños, los síntomas generalmente se relacionan con este tipo de intolerancia. El doctor normalmente la diagnostica realizando análisis e identificando ciertos síntomas.
Consideraciones
La intolerancia a la proteína de la leche puede ser particularmente problemática para las madres jóvenes con bebés. Estos a menudo presentan diarrea, heces con sangre o cólicos debidos a esta afección. Existen sustitutos hipoalergénicos en el mercado. El amamantamiento es otra opción, aunque el bebé puede seguir presentando síntomas si la madre consume proteína de suero o caseína.
Tipos de síntomas
Además de la diarrea y los cólicos, los bebés con intolerancia a la proteína de la leche pueden presentar diversos síntomas como irritabilidad, pérdida de peso, congestión crónica, asma, vómitos y ronchas. En algunos casos, superan esta patología hacia el año de edad.
Los niños mayores pueden tener reacciones similares. A menudo tienen congestión nasal, lagrimeo, ronchas, erupciones en la piel, flatulencia, infecciones en los oídos e incluso anemia. Los síntomas en los adultos pueden ser dolores de cabeza, gastritis, mareos, vértigo, erupciones en la piel, micosis inguinal, congestión nasal y sinusal, depresión y ansiedad, náuseas, asma y bronquitis.
Algunos adultos pueden presentar síntomas intestinales severos derivados de su intolerancia a la proteína de la leche. Estos síntomas incluyen síndrome de intestino irritable y reflujo gastroesofágico (GERD, según sus siglas en inglés), en el que los líquidos vuelven del estómago hacia el esófago. Algunos síntomas pueden aparecer horas después de haber consumido leche mientras que otros demoran varios días.
Teorías/especulaciones
Alrededor del 10% de los niños tienen un diagnóstico de Síndrome de Déficit de Atención (ADD, según sus siglas en inglés) o Síndrome de Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD; según sus siglas en inglés). Algunas personas creen que estas afecciones pueden ser causadas por la intolerancia a la proteína de la leche. Esta intolerancia puede hacer que los niños sean más agresivos y temperamentales, lo que es un signo de ADHD. Sin embargo, los niños también pueden responder siendo más retraídos, como si estuvieran en su propio mundo (un síndrome ADD).
Advertencia
Las personas con intolerancia a la proteína de la leche deben evitar los productos lácteos, los aderezos para ensaladas y otros productos que contengan proteína de suero o caseína. Algunas personas creen que esta intolerancia y otras alergias alimentarias pueden producir candidiasis, una superproducción de hongos en el colon y el tracto digestivo. Esta afección puede producir migrañas, dolor articular y muscular crónico e incluso algunas enfermedades autoinmunes (por ejemplo, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y sensibilidad a múltiples químicos).
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