LAS FORMAS PENSAMIENTO




Las formas pensamiento dirigidas hacia una determinada persona, producen efectos muy bien definidos.

Estos efectos en parte son reproducidos en el aura de quien recibe los pensamientos y en este caso fortalecen su conjunto o son repelidos. 

Un pensamiento lleno de amor y deseo de protección, dirigido con energía a un ser querido, crea una forma que se dirige hasta esa persona y permanece en su aura como un guardián, o un escudo. Esta forma de pensamiento buscará todos los momentos de ser útil, todas las oportunidades de proteger y defender a esa persona hacia quien fue enviada, pero no por un acto consciente y voluntario, sino por una obediencia ciega al impulso que la creó. 

El resultado será fortificar las corrientes benéficas que están en el aura y debilitar las corrientes negativas que podrían estar allí. De esta forma creamos y mantenemos guardianes y aún más si son de una madre, al rezar por su hijo ausente, que han construido barreras protectoras a su alrededor, aunque ignoren como fue posible que sus oraciones produjesen tal efecto. 

En el caso de que los pensamientos buenos o malos sean proyectados a determinadas personas, a fin de llevar a cabo alguna misión, deben encontrar en el aura de quien los recibe materiales capaces de responder a sus vibraciones. Ninguna combinación de materia puede vibrar fuera de ciertos límites y si la forma pensamiento está más allá de esos límites en que el aura es capaz de vibrar, no puede afectarla de forma alguna. 

Por consiguiente, el pensamiento regresa hacia quien lo generó, con una fuerza proporcional a la energía empleada en su proyección. Por eso se dice que un corazón puro y un espíritu elevado son los mejores protectores contra el asalto de pensamientos de odio, pues el corazón y el espíritu puros, construyen un cuerpo astral y un cuerpo mental con la materia más densa y grosera. 

Un pensamiento de envidia o de odio, colocados en movimiento con fines perversos, al encontrar y tocar en un cuerpo puro como el que ejemplificamos, es repelido y regresa con toda su energía, siguiendo hasta su creador, por la línea de menor resistencia recorrida, hiriéndolo. 

Como en la materia de la cual están constituidos sus cuerpos astral y mental, el progenitor posee elementos semejantes que constituyen esta forma de pensamiento; las vibraciones de esta se suman a las otras correspondientes y finalmente el creador del mal pensamiento sufre ese mismo mal que quiso hacer al otro. 

Así, las maldiciones y las bendiciones son comparables a los pajaritos que instintivamente vuelven a sus nidos. De este modo podrán comprender los peligros de dirigir pensamientos de odio a una persona muy evolucionada: las formas pensamiento enviadas contra ella son impotentes para alcanzarla; al contrario, ellas regresan a sus creadores y los hieren mental, moral y físicamente. 

Curadora64 



Traducción: Lúcia

Comments

Popular Posts