ORACIÓN
Para muchos,
orar significa construir un mundo de bellas palabras para ofrecer a Dios.
Puede
ser una linda poesía. De hecho, es una forma válida de concentrar
la mente en algo que no tiene límites. Es una forma de aprender que el
mundo es infinito, eterno y representa la realidad verdadera.
Es un tipo de
educación que nos ayuda a ver el mundo verdadero, el Amor y una emoción interior
profunda; eso es muy importante. Es un apoyo mental que puede ayudarnos y
mucho. Los mantras o repeticiones de nombres de Dios pueden llegar a vaciar la
mente de todo este mundo limitado y sin importancia. Son medios para concentrar
a la mente hacia adentro, buscando el Amor Infinito.
Pero el mundo
es vibración y es ella la que crea un flujo de agitaciones, de
preocupaciones, de emociones, de sensaciones y de pensamientos. Para ir más allá de este
mundo limitado y material existe una manera muy bella de orar: EL SILENCIO!
Me puedo sentar
frente a la mágica vista de una puesta de sol, en un bosque o a la orilla del
mar y todo se mueve, pues todo es Vida, Luz, Belleza y Amor. El mar siempre se
mueve con ese número infinito de olas grandes y pequeñas. Puede que sea
Dios que nos habla. El canta y baila, o puede estar brindándonos una
sinfonía inmortal.
Si nuestro
corazón está abierto y disponible, todo puede suceder y la Luz empieza a
surgir desde nuestro ser interior. La belleza puede crecer hasta que ya no haya
palabras para describirla y las lágrimas corren, pues este cuerpo
limitado puede no suportar tanta maravilla. En un bosque, una dulce brisa puede
decirnos que Baba está allí. La naturaleza es Dios,
a nuestro nivel de dualidad. Ella es nuestra maestra. Es nuestro Gurú.
Es la magia
que puede flotar hasta que alcancemos la Bienaventuranza y nos lleva de la mano
hasta Él, el Uno como dicen los Vedas, “Más
Brillante que mil millones de soles!” Una dulce brisa puede estar soplando
Luz, Paz y Amor en nuestra flauta mágica. Es decir en nosotros mismos, que
en el momento en que nos entregamos a Él por completo,
nos volvemos un lindo instrumento musical en que Él,( Krishna,
Swamiji, Buda o Cristo) toca y nos hace entonar armonías encantadas,
para el bien de todos y del eterno Uno. Oración puede ser eso,
un profundo deseo de Paz y de Amor, sumergido en la Belleza del Silencio
Infinito!
AMBROGIO
VITTADINI
Traducción: Lúcia
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